Breve reseña del Libro
“¿Quién se ha llevado mi queso?” de Spencer Johnson
“Había una vez dos ratoncitos y dos
hombrecillos que vivían en un laberinto. Estos cuatro personajes dependían del
queso para alimentarse y ser felices. Como habían encontrado una habitación
repleta de queso, vivieron durante un tiempo muy contentos. Pero un buen día el
queso desapareció”
Esta fábula puede aplicarse a todos los ámbitos de la vida. Con
palabras y ejemplos comprensibles, nos enseña que todo cambia, y que las
fórmulas que sirvieron en su momento pueden quedar obsoletas. El queso del
relato representa cualquier cosa que queramos alcanzar: felicidad, trabajo,
dinero, amor, y el laberinto es la realidad, con zonas desconocidas y
peligrosas, callejones sin salida, oscuros recovecos…y habitaciones llenas de
queso.
Este libro nos presenta la historia de cuatro personajes: dos de
ellos representan a aquellos que ante los momentos de cambio o transición son
capaces de lograr la adaptación, sin que el temor o la inseguridad prevalezcan
ante la toma de sus decisiones. En cambio, las características de los personajes
restantes difieren: uno representa la perseverancia que lo impulsa a salir de
su estado de comodidad, abandonando los miedos y posibilitando el cambio. El
otro queda atrapado entre sus miedos y sus inseguridades resistiéndose al
cambio y quedando atrapado en un “círculo vicioso” que lo lleva al
estancamiento y a la no evolución.
“¿Quién se ha llevado mi queso?” refleja lo que sucede cuando se
produce una dificultad o un quiebre en nuestra rutina, haciéndose necesario el
abandono del estado de comodidad para que se produzca un cambio. La importancia
de este proceso reside en comprenderlo como una oportunidad para nuestro
desarrollo. Si bien el miedo y la incertidumbre, ante los procesos de cambio o
de transición son totalmente inevitables, es necesario aprender a trabajar con
ellos para posibilitar nuestro crecimiento y desarrollo.
Edgard Schein “El inicio y el manejo del cambio”
Schein en su texto plantea que los cambios generan incertidumbre y
que es necesario atravesar un proceso que consta de algunas etapas, para lograr
nuevamente la estabilidad.
Es posible distinguir características de dichas etapas en el libro
de Spencer Johnson, ya que narra las distintas turbulencias que genera la
alteración de la rutina, en las que identificamos, entre otras, el malestar o
el desequilibrio de los personajes, y a partir de allí el surgimiento de la
motivación que habilita la incorporación de lo nuevo, tal como se menciona en
la etapa que Lewin denomina “El Descongelamiento”. A partir de la incomodidad
surge la posibilidad de aprendizaje. No obstante, se requiere del abandono de aquello
que ha sido utilizado hasta el momento: esto implica haber estado haciendo algo
ineficaz, y tal reconocimiento representa una amenaza al ser ya que afecta
directamente a la seguridad psicológica. Por ello, para que el cambio no sea
efímero, es importante el acompañamiento en estos procesos y que quien lo
brinde tenga la capacidad de reconocer las distintas etapas.
En los personajes que presenta el libro aparecen diferentes posturas
ante las situaciones de conflicto: por un lado, aquellos que reconocen la
importancia del cambio y se atreven a transitarlo construyendo una oportunidad,
y por el otro, quien se resiste y lo vive como una amenaza.
Ambos autores remarcan la importancia de incorporar nuevos
paradigmas y aprender a trabajar con las dificultades para que el cambio sea
posible.
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